DIRECTOR DE LA SEMANA

MEL GIBSON

Parece que Mel Gibson (3 de enero de 1953, Nueva York, EEUU) le ha cogido el gustillo a eso de crear polémica con sus películas.

Tras la más que comentada "Pasíon de Cristo", este australiano de adopción reaparece con su quinta película como director: Apocalypto.

Este film cuenta la caída del Imperio y la civilización Maya y ha causado gran revuelo entre críticos y grupos sociales.

Activistas de Guatemala han llegado a decir que "Gibson representa (...) una noción racista de que el pueblo maya era brutal entre sí antes de la llegada de los europeos y que, ciertamente, merecía ser rescatado". Esto no podemos verificarlo ya que todavía no se ha estrenado la película.

Es indudable que tras la faceta de actor de Mel Gibson, sobresaliente en papeles de "pillo" como en Maverick, Arma Letal 1, 2, 3... existe una faceta de director que consigue destacar.

Con un Oscar como mejor director a sus espaldas por "Braveheart" (1995), ganadora de 5 Oscar y otros 15 premios, un Mel Gibson con la vida económicamente resuelta parece haber decidido aventurarse en temas de impactante tratamiento cinematográfico y, sobre todo, difícil aceptación social.

No cabe duda de que en el ámbito de la dirección, Gibson es uno de los grandes. Todas sus películas tienen una dosis importante de violencia y mucha sangre pero sabe cómo montar escenas, cómo hacer que el espectador se sienta incómodo, llore, ria o vomite. Como ejemplo de ello tenemos su obra más aclamada, conocida y antes comentada: Braveheart. Si no la habéis visto, vedla, es magnífica.

En el tema violento parece que su nueva película, Apocalypto, no va a quedar lejos. Si habéis visto el trailer comprenderéis a qué me refiero. Oscura, terrorífica y hasta con un toque místico del gusto de su director, la película parece conseguir lo que busca: contar una historia lejana de una manera que llegue a chocar al espectador.

Y esque Mel Gibson sabe que, a la hora de hacer que la gente se revuelva de nerviosismo en sus asientos, es todo un experto.

Una película que no me voy a perder.